La diferencia entre los aceites y los sueros capilares

Cuando nos adentramos en el mundo “curly”, nos surgen muchas dudas, y una de ellas es la diferencia que existe entre los aceites y los sueros capilares. Ambos tienen una consistencia similar, pero con propiedades distintas.

La principal diferencia está en que los sueros son productos para el peinado, es decir que son para dar estilo. Es por ello, que deben utilizarse después del lavado y acondicionado. Sirven para agregar brillo, suavidad, protección contra la humedad y ayudan a combatir el encrespamiento. Los aceites capilares, en cambio, son principalmente usados para nutrir y mejorar la salud del cabello en general, ya que trabajan adentrándose en el núcleo de la hebra.

Una vez comprendido esto, podemos explicar más en profundidad cada uno de ellos.

Por un lado, los sueros capilares tienen una fórmula con base de silicona, que es la que cubre la superficie del cabello para así sellar la cutícula y bloquear el patrón del rizo. Los sueros están diseñados para proteger al cabello del calor dañino que emanan las herramientas de estilizado, de los agentes contaminantes del ambiente y de los rayos UV. Además, poseen la cualidad de reflejar la luz, lo que ayuda a que el cabello luzca más brillante, suave y sano.

La mejor manera para aplicar los sueros capilares es sobre el cabello recién lavado, estando húmedo, justo antes de secarlo con el secador o difusor. También puede aplicarse sobre el cabello seco, para controlar algunos mechones rebeldes y agregar brillo a la melena. Se recomienda aplicar una pequeña cantidad de suero (del tamaño de una nuez o menos), aprovechando la caída del cabello con la cabeza hacia abajo, desde las puntas hacia arriba.

Por otro lado, los aceites capilares son productos diseñados para penetrar en la cutícula, es decir, que interfieren en la estructura del cabello, en vez de sólo cubrir la superficie de las hebras. De esta manera, aportan muchos beneficios a la salud del pelo. Además de lubricar las hebras para ayudar a desenredar el cabello mojado, los aceites sirven como protectores de calor, gracias a sus propiedades para sellar la cutícula. A su vez, ayudan a controlar el encrespamiento, agregan brillo, suavidad e hidratación a cada hebra, alargando la duración de los resultados en el tiempo.

Existen diferentes tipos de aceites según las necesidades y características del cabello. Los cabellos con porosidad alta tienden a absorber mucha agua y también a perderla, ya que no hay una barrera para retenerla. En estos casos, se puede realizar un tratamiento con aceites penetrantes (babbasu, coco, girasol, murumuru, palma y uccuba) antes del lavado (pre-poo), para crear una barrera que impida que el cabello absorba demasiada humedad. Si lo que se busca es sellar la cutícula para evitar que la hidratación se escape, se pueden aplicar aceites no penetrantes (argán, arroz, jojoba, ricino y sésamo) sobre el cabello húmedo antes de la fijación LOG (leave-in, Aceite, Gel), o después de la fijación LGO (leave-in, Gel, Aceite).

En cualquier caso, es importante distribuir muy bien el aceite y colocarlo desde la raíz hasta las puntas.

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